Su albahaca produce flores en las puntas? No las tire, ¡valen su peso en oro!
Tienes una planta de albahaca que acaba de empezar a florecer? Pues no tenga prisa por quitarle las flores, porque puede reutilizarlas de formas sorprendentes.
La albahaca es una de las hierbas aromáticas más famosas del mundo culinario. Se distingue por su delicada fragancia y su sabor único. En la cocina, la albahaca puede aportar ese toque especial que a todo el mundo gusta. Por eso mucha gente empieza a plantarla en el huerto o en pequeñas macetas en la cocina.
De este modo, siempre podrá disponer de esta planta aromática cuando la necesite, sin perder tiempo corriendo a la frutería. Además, siempre está fresca.
Lo que la mayoría de la gente no sabe es que la albahaca puede producir flores. Y estas flores son totalmente comestibles. Pero cuando crecen, tendemos a cortarlas y tirarlas.
Ahora ya sabes que estas flores se pueden reutilizar estupendamente y ya no tienes que tirarlas.
¿Cómo se pueden reutilizar las flores de albahaca?
La albahaca produce espiguillas en los tallos que son perfectamente comestibles. Pero antes de utilizarlas, hay que secarlas. Para ello, retírelas de la planta y déjelas al sol durante varias horas. No debe haber viento, ya que las espiguillas se desprenderían.
Cuando estén completamente secas al cabo de 48 horas, podrá reutilizarlas como desee. No obstante, le recomendamos que las guarde en un tarro bien cerrado para conservar su aroma.
Crear vinagre aromatizado con albahaca
Puede utilizar las flores secas para preparar vinagre aromático. Para ello, añada las flores secas a la botella de vinagre. Déjalas en infusión durante 7 días. Después, filtra el vinagre y tu preparado perfumado estará listo.
Siembra de semillas
Las flores de albahaca pueden utilizarse para propagar tus plantas de albahaca. Para ello, coge las espigas secas y frótalas suavemente para obtener pequeñas semillas.
Colócalas directamente en una maceta llena de tierra mezclada con arena. A continuación, coloque la maceta en un lugar soleado y riegue con regularidad.
Hazlo en primavera o verano para obtener mejores resultados. Al cabo de unas semanas, podrás ver las primeras hojas de tu nueva planta, que se irá desarrollando poco a poco.