El futuro de Will Smith ¿Volverá a ser el mismo de antes?
Se acaban de cumplir dos años desde que el 27 de marzo de 2022 Will Smith le propinara el bofetón más famoso de la historia a Chris Rock durante la 94º ceremonia de los Oscar (y de que minutos más tarde el actor recogiera sobre el escenario su primera estatuilla por El método Williams).
Dos años en los que Smith ha mantenido un perfil más bien bajo: a pesar de haber sido un intérprete bastante prolífico a lo largo de su ya dilatada carrera, solo ha estrenado una película en ese tiempo, Hacia la libertad (Emancipation), de Antoine Fuqua, que llegó en el mismo 2022 y que antes del tortazo le posicionaba como uno de los favoritos para optar de nuevo al Oscar al año siguiente, pero ni siquiera fue considerado para ello, por no hablar de que la Academia le prohibió asistir a la gala durante una década.
Un habitual de los late nights y de los talk shows cuando tiene algo que promocionar (incluso de los extranjeros, sus varias apariciones en El hormiguero dan fe de ello), el actor de El príncipe de Bel-Air apenas hizo publicidad para dicho filme, más allá de una muy comentada entrevista en el The Daily Show con Trevor Noah en la que se dedicó a dar su versión sobre el incidente y a hablar sobre “una furia que llevaba embotellada mucho tiempo”.
A lo largo de 2023 limitó mucho sus apariciones públicas, aprovechando también que no tenía ningún estreno (sí acudió a eventos como el Festival Internacional del Mar Rojo en Arabia Saudí, donde coincidió con Johnny Depp y por lo que recibió un millón de dólares). Mientras, Jada Pinkett, la que es su esposa desde 1997 (y que fue objeto de la broma de Rock que causó la airada reacción de Smith), publicó sus memorias, Worthy, y de paso reveló que llevan separados desde 2016, aunque no tengan intención de divorciarse (y todavía siguen posando juntos en fotos familiares, como la pasada Semana Santa).
Y ahora, en la primera mitad de 2024, quizá todavía sea pronto para hablar de un gran intento de Will Smith por regresar a la luz pública y al candelero de Hollywood, pero hay señales que apuntan a ello. La más clara llegó el pasado fin de semana, cuando el actor acudió al famoso festival californiano de Coachella en un principio –al igual que Jada– para apoyar a su hija Willow, quien actuaba junto al artista Jon Batiste (su otro hijo, Jaden, también fue visto en compañía de sus padres y pasándoselo muy bien junto a Justin Bieber). Pero la sorpresa que nadie esperaba era que Smith también cantase y que lo hiciera además junto a J Balvin (y homenajeando a su propio pasado): salió al escenario ataviado con gafas de sol Ray-Ban y un traje negro para interpretar la canción original de Men in Black de 1997, una mirada atrás a una época en la que estaba en la cima del mundo.
Una aparición de tan alto perfil parece desde luego un intento de testar la temperatura del agua cuando quedan menos de dos meses para el estreno de Bad Boys: Ride or Die (llega a los cines el 7 de junio), la cuarta entrega de Dos policías rebeldes en la que vuelve a compartir cartel con Martin Lawrence y que aspira a ser uno de los taquillazos del verano (la tercera parte, estrenada en 2020, recaudó 425 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto de 90 millones, por lo que fue un éxito más que considerable). Siempre que el público no la penalice por la caída de reputación de Smith, quien todavía no ha revelado si tiene planes de embarcarse en la clásica gira de promoción (sí lo hace, confirmaría que estaríamos ante uno de esos conatos de comeback que en el fondo tanto gustan en Hollywood).
Su tráiler se lanzó hace unas semanas y promete toneladas de acción a la vieja usanza, pero a nadie se le escapa que el futuro de Will Smith en la industria va a estar condicionado a cómo funcione en taquilla. Sobre todo en lo que respecta a los proyectos de alto presupuesto, como la secuela del filme postapocalíptico Soy leyenda, que en teoría está en preproducción y que le uniría a Michael B. Jordan, probablemente lo más parecido que hay a un sucesor suyo en el panorama cinematográfico actual.
También tiene entre sus planes actuar junto a Kevin Hart en el remake de la comedia de los 80 de John Hughes Planes, Trains and Automobiles, que protagonizaron en su momento John Candy y Steve Martin; así como otros proyectos paralelos como la serie documental de viajes Pole to Pole para National Geographic, con la que, al igual que hizo el ex Monty Python Michael Palin en los 90, está viajando por todo el globo (hace un mes acaparó titulares por descubrir durante la filmación junto a un equipo de científicos la especie más grande de anaconda que se conoce en el Amazonas). Veremos si el resto del planeta está preparado para volver a aceptar a Smith.