Farrah Fawcett. La actriz más icónica de los 70s, sus éxitos y su triste final
Farrah Fawcett fue una actriz y modelo estadounidense, nacida el 2 de febrero de 1947 en Corpus Christi, Texas, y fallecida el 25 de junio de 2009 en Santa Mónica, California. Alcanzó la fama internacional al protagonizar la primera temporada de la serie de televisión «Los ángeles de Charlie». A lo largo de su carrera, recibió múltiples nominaciones a los premios Globo de Oro y Emmy.
Además de su éxito profesional, la vida de Farrah estuvo marcada por varios desafíos personales, incluyendo problemas de salud y relaciones complicadas. A pesar de estos obstáculos, su legado en la industria del entretenimiento sigue siendo significativo.
Farrah Fawcett tuvo un impacto significativo en la moda y el estilo de los años 70, convirtiéndose en un ícono de esa década. Aquí hay algunos aspectos destacados de su influencia:
Peinado icónico: Su melena rubia con ondas voluminosas, creada por el estilista Allen Edwards, se convirtió en un símbolo de belleza de los años 70. Este estilo fue ampliamente imitado y sigue siendo reconocido hoy en día1.
Estilo deportivo y relajado: Farrah popularizó la incorporación de piezas deportivas en el vestuario diario. Fue pionera en usar sudaderas, zapatillas deportivas y camisetas de tenis como parte de su atuendo cotidiano, fusionando lo deportivo con la moda urbana12.
Póster legendario: Su famoso póster en un traje de baño rojo se convirtió en un best-seller mundial, vendiendo millones de copias y consolidando su imagen como un ícono cultural1.
Moda casual: Farrah ayudó a popularizar los jeans de pata ancha, las camisetas sueltas y los conjuntos cómodos pero elegantes. Su estilo relajado y accesible resonó con muchas mujeres de la época2.
Influencia duradera: A pesar de los cambios en las tendencias de moda, el estilo de Farrah Fawcett sigue inspirando a generaciones posteriores. Su combinación de elegancia y comodidad continúa siendo relevante en la moda actual3.
Farrah Fawcett no solo dejó una marca en la industria del entretenimiento, sino también en la moda, definiendo una era con su estilo distintivo y su carisma natural.
Pese a el padecimiento por la pérdida de su hombre, a los 48 años apareció desnuda en Playboy, vendió cuatro millones de copias, convirtiéndose así en el número más vendido de la década de los ‘90. Dos años después, participó de una grabación para Playboy, All of me, en la que salía desnuda pintándose el cuerpo con pintura dorada. “Una fantasía porno-erótica de autobombo fascinantemente deprimente”, la definió Lisa Schwarzbaum en Entertainment Weekly. Acto seguido, Fawcett se mostró en el programa de David Letterman, donde se la vio tan perdida e incoherente, que enseguida se empezó a hablar de una supuesta adicción a las drogas. O´Neal fue tajante: “No necesitaba ninguna sustancia. Ni siquiera conseguí que se fumase un porro”. Pero sí admite que su entonces mujer podía haber tenido problemas con el alcohol: “Si bebía, se volvía un poco agresiva”.
A medida de que la actriz fue cumpliendo años, la carrera de Fawcett se evaporó inexorablemente. Las producciones que realizaba tuvieron guiones muy pobres. Lo que no ayudó a que Fawcett recuperara su carrera artística.
En 2006, le llegaría la pero noticia: padecía cáncer. Según O’Neal, se han reencontrado tras estar viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida para unirse para siempre. “Daremos el ‘sí quiero’ tan pronto como ella pueda -comentó- . Solía pedirle todo el tiempo que se casara conmigo, pero sólo se trataba de una broma. Nos reíamos sobre ello”. Después de que Ryan, el eterno amor de Farrah Fawcett confesara en una entrevista televisiva que el viernes contraerían matrimonio, la actriz ha tenido que volver a ser internada en el hospital. En una entrevista de ABC en el programa 20/20, O’Neal, conmovido por la situación de su mujer, reconoció que “está luchando por su vida. Su estado es terminal, está internada y se suspendieron los tratamientos. Es una historia de amor, sí, pero yo no sé cómo actuar en ésta”, admitió. “No quiero saber de este mundo sin ella”.
En los últimos días de su vida, Fawcett estuvo muy sedada, al punto que punto que a veces no podía reconocer a Ryan O’Neal. “Anoche cuando fui al hospital le pregunté: ‘¿Quién soy?’. Tenía la mirada perdida y Farrah me respondió: ‘Steve”, contó O’Neal . “Giré hacia la enfermera y le dije: ‘¿Quién es Steve?’. Me respondió: ‘Es quien le suministra los fármacos”.
“Ella no pensaba que fuera a ser así”, sostiene Doug Vaughan, vicepresidente primero de la NBC que trabajó con la actriz en Farrah’s story, un diario audiovisual que realizó sobre su lucha contra el cáncer. “Estaba segura de que iba a superarlo”. La actriz viajó durante dos años entre su casa de California y una clínica alemana donde recibió varios tratamientos alternativos. “El gran mensaje para la gente es: no abandones, digan lo que digan. ¡Sigue luchando!”, explicó en su momento Alana Stewart, ex esposa de Rod Stewart y amiga de Fawcett.
“Quiero seguir viviendo. Por lo que le digo a Dios seriamente, es hora de que suceda un milagro”, suplicó Fawcett en un vídeo grabado cuando ya no había nada que hacer.
Los días finales
La agonía fue tremenda. “Pensaba en comprarme una moto, así me mataría y podría unirme a ella”, dijo Ryan antes de la muerte de Farrah. “Pero después me dije: ¡no, no puedo porque mi hijo está otra vez en la cárcel!”. Incluso bromeó con la idea de intentar quedarse con los bienes de Fawcett. “Tiene mucho dinero; estamos intentando averiguar cuánto -comentó-. Creo que deben ser unos 25 millones de dólares entre el banco y las propiedades”. “Se suponía que tenía que venir al hospital sólo para un par de días, pero no sé si la volveremos a tener en casa”.
El final de Farrah fawcett
Finalmente, el 25 de junio Farrah Fawcett dejó este mundo. En el último instante, O’Neal y su amiga Alana Stewart estaban junto a su cama, aunque su hijo no pudo estar en ese momento, la Justicia le permitió asistir al funeral de su madre, en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, en Los Ángeles. “Lo mantuvieron esposado, pero llevó el féretro”, contó después Ryan.
Como sabía los problemas que afrontaba su hijo, Farrah dejó un testamento donde dejó como heredero universal de sus bienes a su hijo Redmond, aunque son supervisados por dos albaceas para que administraran la fortuna que la actriz forjó en la plenitud de su carrera.
Después de tres años de lucha, el “ángel” se marchó al cielo.